UN ESPEJO OSCURO
En muchas ocasiones he visto el cine y los libros como una ampliación del mundo exterior. Los personajes que los habitaban así como las vivencias que estos tenían me resultaban tan importantes como algunas situaciones vividas en el mundo real.
Durante mi adolescencia muchas noches esperaba a que toda la familia se fuera a dormir para ver cine y muchas tardes me refugiaba en bibliotecas. Lejos de resultar en un aislamiento social estas circunstancias me ayudaron a desarrollar la curiosidad por el mundo y el interés por las artes que mantengo hoy en día.
Recientemente un gran evento, la pandemia provocada por el covid-19, clausuró el mundo exterior. De nuevo el cine y los libros se convirtieron en mi forma de conectar y ampliar las fronteras de mi casa.
Este trabajo combina sencillas escenas domésticas con fragmentos de esa ventana al exterior que es la pantalla. En algunas escenas he buscado pequeños detalles secundarios o he fragmentado algún personaje protagonista. La intención no era documentar sino transformar estéticamente para posteriormente mezclar esos fragmentos con la documentación del día a día y crear una recontextualización.
El resultado han sido cientos de fragmentos con los que jugar y construir diferentes tipos de narraciones prevaleciendo casi siempre las convenciones del film noir.